Con el lema “la esperanza ilumina nuestro camino”, la llama olímpica es un símbolo internacional de paz y esperanza que encarna el espíritu de los Juegos Olímpicos que viaja en una antorcha cuyo diseño incluirá un emblema de flor de cerezo (o sakura) para representar la icónica flor nacional y uno de los atractivos más conocidos del país, la temporada de los cerezos en flor.
El emblema de la flor del cerezo se ha creado empleando las mismas técnicas de fabricación utilizadas para la producción de trenes bala Shinkansen. La extrusión de aluminio se ha utilizado para hacer piezas sin soldadura a partir de una sola hoja de metal.
El emblema de la antorcha representará la armonía entre las tradiciones japonesas y sus avanzadas habilidades tecnológicas.
El relevo de la antorcha olímpica comenzará, como siempre, con el encendido de la llama olímpica por los rayos del sol en Olimpia, donde luego de recorrer la ciudad griega, la antorcha irá a Japón en marzo de 2020, viajando a Fukushima, Iwate y Miyagi, las prefecturas más afectadas por el terremoto y tsunami de 2011, en el que más de 18.000 personas perdieron la vida o desaparecieron.
Finalmente, terminará en la ceremonia de apertura de los juegos, que tendrá lugar en el Nuevo Estadio Nacional.