El ser un atleta integral, y vivir el olimpismo, conlleva a la incorporación cotidiana y como eje central de las actividades, la filosofía y los valores, lo que incluye toda una serie de prácticas saludables como el cuido del ambiente, una lucha contra el dopaje y la promoción de actitudes pacíficas y respetuosas entre las personas.
La filosofía olímpica invita a fortalecer los valores personales y sociales, tanto de atletas como de entrenadores y público en general, ubicando al deporte a favor del crecimiento y del desarrollo de quienes lo practican.
Un rendimiento deportivo sin este sostén en valores que nos propone la filosofía olímpica, se convierte en una actividad muy vacía para el atleta, y en muchos casos se llega a perder el sentido del por qué y para qué se entrena y compite en el deporte.
La filosofía olímpica nos invita a cuestionarnos desde lo interno a reflexionar sobre nuestros valores, objetivos personales, ganancias y renuncias en el deporte, y es por ello que se debe lograr entrenar y competir de manera integral, con todo el potencial como seres humanos, viviendo día a día los valores y principios olímpicos.
Los valores olímpicos pueden ser traducidos en los jóvenes que practican deporte, dentro de ella se encuentran las siguientes áreas de acción:
Cuido del ambiente
El ambiente provee el entorno necesario para la vida humana, flor y fauna. Los recursos naturales, patrimonio de una nación, constituyen los elementos materiales que satisfacen los requerimientos de alimentación, vestido, vivienda, energía y demás productos de la población costarricense actual, pero también deben de garantizar el bienestar de las generaciones futuras.
Estamos tomando prestado hoy lo que pertenece a los jóvenes y niños que nacerán en Costa Rica en el futuro y que deberán también tener lo necesario para su bienestar según el principio de desarrollo sostenible al tomar en cuenta lo económico, lo social y lo ambiental.
El fin del COI es coincidente con los esfuerzos que se plantea los países donde se impulsa el desarrollo sostenible luchando por el bien común, es decir por el bienestar general. Es pues uno de sus principales objetivos, coayudar con la protección del ambiente, esencial de la vida y los recursos naturales que satisfacen las necesidades vitales de todos los habitantes de un país.
En Costa Rica, esta protección se hace evidente a nivel constitucional y se enuncia en el artículo 50 de la constitución Política que dice:
«El Estado procurará el mayor bienestar a todos los habitantes del país, organizando y estimulándola producción y el más adecuado reparto de la riqueza. Toda persona tiene derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Por ello, está legitimada para denunciar los actos que infrinjan ese derecho y para reclamar la reparación del daño causado. El estado garantizará, defenderá y preservará ese derecho. La ley determinará las responsabilidades y las sanciones..»
Con esta declaración constitucional el COI se hace partícipe del debido respeto a esos principios y promueve su implemetación práctica en las actividades naturales de las personas y con énfasis en las actividades deportivas que acompaña y sostiene la organización internacional..
Lucha contra el Dopaje
El dopaje es cuando una persona utiliza una sustancia o métodos prohibidos en su cuerpo, con el fin de mejorar su rendimiento y tener ventaja competitiva. Es lamentable que algunos atletas con el fin de ganar una medalla se dopan al hacer trampa al adversario, pues se engañan ellos mismos, a sus familiares y al país que representan.
Según la Agencia Mundial Antidopaje otra forma catalogada como doping, es hacer trampa, o intentar hacer trampa de cualquier forma durante los controles, así como la posesión y compraventa de sustancias prohibidas o métodos prohibidos.
Respecto a este tema es importante tomar en cuenta que el deporte practicado bajo los pilares de los valores olímpicos, procura promover el respeto hacía el propio cuerpo y hacia los demás, el juego limpio, sin trampas ni ventajas, y es por eso que el dopaje se encuentra completamente sancionado.
El dopaje se convierte en una trampa para los atletas, ya que sus resultados y rendimiento no van acordes con sus capacidades reales como seres humanos, pues una trampa para llegar a creer que se ganó algo sin haber sido ganado real y geniunamente.
Al practicar los valores olímpicos, se colabora a la lucha contra el dopaje y a la educación de los atletas sobre los efectos físicos y psicológicos del uso de sustancias prohibidas.
Paz y Deporte
El desarrollar una convivencia pacífica en el deporte es un tema muy importante para el ser humano, desde hace muchos años, en la Antigua Grecia, se realizaba la tregua sagrada que consistía en el libre tránsito de las personas por los pueblos para llegar a su destino final en Olímpia.
Esta tregua se anunciaba tiempo antes y después de la realización de los Juegos Olímpicos y a pesar de que los pueblos tenían conflictos o guerra, estos se detenían para permitir el paso de los competidores y acompañantes a Olímpia.
En la actualidad, la paz no es simplemente un estado de ausencia de guerra, si no que se trata de una convivencia respetuosa entre las personas, aceptando las diferencias y procurando solucionar los conflictos de manera adecuada.
La paz de enseña, aprende y transmite. Se trata de desarrollar el juego limpio, la justicia, la confianza en los demás, el trabajo en equipo, la integración social, la escucha, la disciplina y el talento. El deporte es una buena herramienta para el desarrollo de la paz ya que promueve un lenguaje universal en el que hay un conjunto de reglas y emociones que une a todos los países.
El deporte es mucho más que un juego, es una herramienta para el diálogo, la fraternidad y el respeto que trasciende las diferencias políticas, sociales, raciales o religiosas que a menudo aparecen en el centro de los conflictos en este mundo.
Por medio del aprendizaje estructurado del deporte y sus valores, este puede educar a la gente y fomentar una cultura de paz.
¿Y qué significa vivir el Olimpismo?
Se trata de entender y poner en práctica la filosofía olímpica, es decir, vivir y experimentar internamente los valores que nos transmite el deporte. Es el entender que el deporte, más que para lograr riquezas materiales, es una herramienta para crecer. Es procurar que día a día, en cada actividad que realicemos, los valores humanos sean el pilar de nuestras acciones, incorporando una forma de ser teñida por el esfuerzo, por la auto separación, el movimiento y la salud.
Por lo tanto, es necesario desarrollar una visión integral de deporte, en donde se comprenda que las ganancias van más allá de los premios y las medallas, dado a que se genera otro tipo de beneficios como la disciplina que puede generar el entrenamiento, la decisión, concentración, el aceptar el dolor y el esfuerzo como práctica cotidiana, el pertenecer y confiar en un grupo, la auto separación, entre muchos otros son elementos que no se pueden comprar en una tienda, sino que necesariamente hay que vivirlos y sudarlos para aprenderlos.
Hoy el concepto de atleta en muchos casos es reducido solo a un cuerpo con ciertas destrezas de movimiento y rendimiento, o una opción de publicidad para una marca, pero no como persona que se ha desarrollado integralmente, y ha logrado un equilibrio en su vida.
Por ejemplo, un joven atleta con grandes habilidades físicas y técnicas, desvinculando de su parte mental, emocional, social y educativa, difícilmente obtiene los resultados anhelados como deportista, y si lo logra, lo más probable es que implique un desequilibrio importante en su condición como ser integral.
Considerando que en el deporte se funden los elementos que componen al ser humano (mente y cuerpo), debemos entender a los jóvenes deportistas como un tejido entrelazado que se construye en la búsqueda de la excelencia humana.
El esfuerzo, la perseverancia y la voluntad en el establecimiento de metas coherentes y su consecución, permitirán lograr un desempeño y crecimiento en el ser humano.